Cuando el fracasado golpea tu puerta, cuando el dolor se instala en el corazón, cuando el agua salada recorre tan seguido nuestro rostro solo queda la resignación, hacernos amigos, aprender a coexistir, cuando no nos es posible erradicar. Buscar la paz interior, ese pequeño espacio en el q alcanzamos el equilibrio perfecto. El mundo q nos rodea se llena tantas veces de bullicio, se parece al infierno mismo, y tantas veces añoramos el silencio, la tranquilidad y la buscamos desesperadamente sin darnos cuenta que siempre estuvo ahí, a nuestro alcance, en el fondo de nuestro corazón.
La paz no es ese jardín de eden q nos relatan, no es una utopia, paz es encontrar nuestro propio mundo dentro de esta realidad. Muy dentro nuestro, un lugar sagrado q nadie puede alterar. En el q podemos refugiarnos cuando esta realidad nos supera, cuando el mundo insista en hacernos sentir fuera de lugar.
Respirar hondo, cerrar los ojos y viajar a ese pequeño rincón que nos ilumina la mirada con tan solo pensarlo. Es la sonrisa de un hijo, el abrazo de un amigo, es ese mensaje solo para decir un te quiero, estoy con vos aunque sean las 3 de la mañana, esa canción q nos inunda de ilusión, nos llena el alma d esperanza. Son aquellos pequeños gestos, aquel recuerdo q nos hizo feliz, no importa la forma q tome, siempre q nos transmita felicidad, q nos ayude a rearmarnos, q nos transmita armonía.
Hay días en q es difícil verlo aunq lo tengamos frente a nuestros propios ojos, y mas difícil valorarlo, saber apreciarlo como lo q en verdad es.. un tesoro. Pero hay q seguir intentando a pesar de todo…..
El tesoro esta ahi en nuestro interior, solo es necesaria la sabiduria para verlo y el valor para buscarlo.